Servicio Divino con el Obispo Alganza en Dénia

Obispo Alganza sirvió en Denia con la palabra del Salmo 118, versículos 5 y 6: "En mi angustia invoqué al Señor; el Señor me escuchó y me dio alivio. El Señor está conmigo, no temeré; ¿qué pueden hacerme los hombres?"

Comenzó su predicación con la pregunta: “¿Queremos hoy realmente acercarnos al corazón de nuestro Dios?” Cuando uno se vuelve al Señor de esta manera, escuchamos, entra en una relación distinta con Dios. A veces las situaciones no cambian para mejor, pero aun así podemos sentir que Dios está con nosotros.

El reformador Martín Lutero tenía este pasaje bíblico como uno de sus salmos preferidos. Cuando pasaba por momentos difíciles, los grandes príncipes no podían ayudarle, pero sí esta palabra del salmo. Este pasaje relata cómo el sacerdote entraba en el templo mostrando gratitud, y el Señor lo escuchaba y lo consolaba. Así es: el Señor solo quiere lo mejor para nosotros. Incluso cuando tenemos miedo y clamamos al Señor, recibimos consuelo, aunque la situación en la que nos encontramos no cambie. Cuando uno experimenta al Señor, contempla el Evangelio desde otra perspectiva.

El obispo continuó explicando: ¿Qué pueden hacer los hombres? El “viejo Adán” sigue estando en nosotros, y debemos superarlo. A veces se oye: “Si las cosas no salen como yo quiero, entonces me voy”. Pero cuando uno reconoce el Evangelio, se abre una nueva manera de ver las cosas.

La diaconisa Lorena Maya y también el Evangelista Laube fueron invitados a dar una aportación de palabra en el altar para enriquecer las reflexiones del Obispo.

El coro mixto, el Ensamble Femenino y un dúo embellecieron el Servicio Divino. Aquí las fotos.